Tuesday, February 11, 2025

Un te amo

 


Un te amo

“Amar es darle la oportunidad al otro de ser como es y no querer cambiarlo o que sea como los demás o nosotros queremos que sea”

Nadie planeamos que el autismo fuera parte de nuestros hijos, amarlos es aceptarlos como son, no querer cambiar su esencia, aceptar que tienen una forma diferente de ver la vida.

Que tal vez no comprendes que separa los dulces por colores antes de comerlos, que tiene que organizar cosas para sentir que el caos que siente en su interior se organiza, que tiene la mirada más sensible, que no le gustan los abrazos o los besos, que le lastiman ciertos ruidos o que hay colores que lo alteran.

Aceptarlos no necesariamente significa que hay que resignarse a que siempre serán así, hacerlo sería condenarlos a la posibilidad de una depresión por sentir que no encaja en el mundo, aceptar que es diferente a un niño común también es aceptar que eso en algún momento le puede afectar, hacerlo sentir mal, sentirse triste o que no es parte del mundo.

Recuerdo un día que mi peque se sintió triste porque se dio cuenta que era diferente a sus compañeros del cole, que ellos no escuchaban tan fuertes los sonidos, que no les molestaba que todos hablen al mismo tiempo y se rían, que no les causa ansiedad el desorden o el caos, que les gusta el contacto físico y me dijo ¿Por qué soy raro? Le pregunté por qué sentía que es raro, me explicó que es diferente a sus compañeros y le dije que sí, pero que eso no lo hacía raro, que todos somos diferentes pero que sentimos diferente, tenemos diferentes puntos de vista, forma de pensar, todos tenemos diferentes gustos y que escuchar sonidos a un volumen más alto que el resto no era malo, que él escucha sonidos muy sutiles que los demás no percibimos y que eso pues no es malo, que tampoco es malo que no le gusten los besos y abrazos, que él tal vez no podía hacer cosas que otros niños sí hacían, pero que también hacía cosas que otros no podían como montar a caballo desde los tres años, que tenía mejor ortografía que sus compañeros, que su memoria era privilegiada, que era un buen amigo, que era un chico extraordinario tal como era, me preguntó si yo lo amaba así y le respondí que SIEMPRE.

El amor nunca sobra, hacer sentir amados a nuestros hijos es hermoso, las palabras que no se dicen es como si no existieran, el amor que no se demuestra es inexistente, si no se los hacemos saber, si no les mostramos amor, que son aceptados, valorados, que validamos cada una de sus emociones podemos dejarlos como botes a la deriva.

Existen estadísticas sobre depresión y suicidio en chicos y chicas con algún tipo de discapacidad, en el caso de chicos con TEA y TDAH en algunos casos se sienten mal consigo mismos, crecen con depresión y ansiedad y algunos llegan a expresar ideas suicidas e incluso llegan a concretar quitarse la vida.

También existen estadísticas que los hombres están más propensos al suicidio por la absurda idea que “los hombres no lloran” tuve una pareja con TDAH que pasó por una situación complicada, cuando me expresó su dolor quería llorar y me dijo que sabía que era una tontería y que no tenía que ponerse así y le dije que en su lugar a mí me dolería, que lloraría y que expresaría lo que siento y buscaría apoyo de mi círculo. Es triste como los hombres tienen la idea de que llorar es “cosa de niñas”, que expresar lo que sienten “no es de hombres”. No es así todos somos libres de expresar lo que sentimos.

Un te amo no se guarda hay que sacarlo, hacerles saber a quienes amamos que los amamos y que es un amor incondicional que no es un amor condicionado a su comportamiento, sus acciones, gustos o preferencias, que los amamos por ser ellos, con todo lo que implica y que no tenemos que ser iguales, pero si podemos tener igual derecho a ser nosotros y a sentir que ser uno mismo es maravilloso.

Tere Hernández.

Thursday, February 6, 2025

Caleidoscopio

 




Caleidoscopio

“Inclusión no es mirar las diferencias entre los seres humanos, inclusión es aceptar la singularidad de las personas y que todos somos únicos e irrepetibles”

 

Juan era un militar que en su última misión perdió la vista, para poder sobrevivir y mantener a su familia se convirtió en artesano, sus creaciones eran asombrosas y hermosas, sin embargo, no ganaba lo suficiente para comprarle juguetes a su pequeño hijo.

La pobreza y las carencias eran una constante en su familia, su hijo era un pequeño dulce y amoroso, le gustaba ir a la escuela y aprender, a pesar de que los demás niños se burlaban de su pobreza y que no poseía juguetes.

El pequeño Tom solo conocía los trastes, pinturas y objetos con los que su padre realizaba sus artesanías, eran sus juguetes y en lo que se entretenía en su tiempo libre, Juan quería regalar a su hijo algo especial.

Quiso hacerle un caleidoscopio y cada noche en secreto recolectaba materiales, vidrios, espejos, piedritas y cristales y cuando recolectó los suficientes creó el más hermoso caleidoscopio para el pequeño Tom.

A la mañana siguiente el pequeño recibió su regalo y estaba tan feliz y emocionado que llevó al colegio el precioso regalo, llenó de besos las manos de su padre y agradeció tan preciado regalo.

En el colegio Tom sacó su caleidoscopio para mirarlo con la luz del sol, sus compañeros estaban asombrados y le preguntaban en dónde había comprado tan maravilloso objeto y con mucho orgullo dijo: “En ningún lado, mi padre me lo hizo” y un niño le respondió que era imposible ya que su papá era ciego y Tom le contestó que tal vez había perdido la vista pero que su padre podía “ver” a través de sus manos.

No existe un caleidoscopio igual a otro, tampoco existen dos personas exactamente iguales, todos somos únicos, con o sin diversidad funcional, cada ser humano es único e irrepetible.

Existen seres extraordinarios que perdieron la movilidad de sus piernas, pero aprendieron a moverse, desplazarse y adaptarse para “caminar” sin usar sus piernas.

Personas con TEA que se adaptan al mundo y hacen cosas extraordinarias, personas que no escuchan o no hablan, pero pueden comunicarse de diferentes formas.

Somos como un caleidoscopio, no solo somos diferentes unos de otros, en ello radica la belleza de la humanidad, en la singularidad de cada persona, así como el caleidoscopio tiene diferentes colores, piedras, cristales y entre más diverso la luz del sol crea efectos maravillosos en él, de la misma forma cada persona poseemos diferentes habilidades, cualidades, destrezas, cada persona tiene dones y su lado maravilloso e increíble, solo hace falta exponerlo a la luz del sol para admirar su belleza, hace falta aceptar la diversidad humana, convivir con diferentes personas, no solo con discapacidad, con diferentes formas de ser, de pensar, preferencias o costumbres, diferentes culturas, conocerlas y descubrir lo que las hace maravillosas.

 

Tere Hernández.