Thursday, October 24, 2024

La potente luz de la unidad

 


Tan potente es la luz de la unidad, que puede iluminar toda la tierra”

Bahá’u’lláh

 

La potente luz de la unidad

 

En la vida hay personas que impactan de tal manera en nuestras vidas que llegamos a verlas como ángeles terrenales, cuando eres una familia azul, no es la excepción. Si bien en el camino encontramos discriminación, exclusión, miradas que hieren, palabras y actitudes poco amables hay una chispa de luz en el camino.

 

El trabajo arduo de una familia rinde frutos, pero también existe algo que algunos llaman “suerte” y otros “bendición” yo creo que es un poco de ambas, se trata de encontrar en el camino personas que hacen la diferencia y pueden cambiar la historia de un niño, dando un giro total a su futuro.

 

Hablo de esas personas que sienten empatía y se acercan a ti para conocer de autismo, que educan a sus hijos para que no vean diferencias, sean pacientes y aprendan a ser amigos de un niño con autismo, aquellos que escuchan el diagnóstico y no se alejan, no te juzgan ni discriminan.

 

Un niño puede tener todo el potencial del mundo, su familia esforzarse al máximo, tener al mejor equipo, pero si no tiene la oportunidad de encontrar personas sensibles que estén dispuestas a ayudar y aportar su granito de arena, la “suerte” de ese niño y su familia podría ser muy distinta.

 

Sin personas sensibles y empáticas dispuestas a tender la mano a otro que necesita el mundo podría ser distinto y no solo hablo de discapacidad, si alguien que tiene un pan lo comparte con quien no tiene que comer habría menos hambre en el mundo, si todos abrimos el corazón para darle amor y apoyo a quien lo necesita el mundo sería muy distinto.

 

Creo tenazmente que la apatía es la principal razón de muchos problemas en el mundo, personas a quienes no les interesa el otro, que no están dispuestas a dar o compartir y que debemos educar a las nuevas generaciones a sentir empatía, más bien a no perderla porque el altruismo, dar, servir y ser sensible al dolor de nuestros semejantes son virtudes inherentes al ser humano que se van perdiendo con el tiempo.

 

Existen experimentos con niños pequeños en donde se les da a cada uno un plato, uno con doble ración de comida otro vacío y todos los niños compartieron con quien tenía el plato vacío sin importarles que fuera un desconocido, esa bondad debemos mantenerla en los niños y conservarla durante toda la vida, esa es la diferencia entre un alma sensible y bondadosa y una llena de prejuicios y apatía.

Recuerdo estar en una estética esperando a mi hijo mayor al que le estaban cortando el cabello, mi hijo menor estaba aleteando y caminando de puntitas, se le acercó a un niño y el niño le sonrió le iba a tocar la mano cuando la mamá lo jaló y le dijo, no te acerques, ¿no ves que está como loquito?, tomé a mi hijo en brazos y salí con profunda tristeza y no fue la única vez que me tocó una experiencia así, a veces me pregunto si la gente piensa que no escuchamos, no vemos sus caras o no nos damos cuenta de que se están burlando, ¡Claro que nos damos cuenta! No estamos ciegas o sordas, no decimos nada primero porque es un golpe fuerte, duele, da tristeza y (al menos yo) no logramos entender ¿por qué ser así con un ser pequeño e indefenso? Después nos enfocamos en darle amor a nuestros niños, en atender sus necesidades, en abrazarlos porque quizá están asustados, tal vez les molesta el ruido o su cabecita va a mil por hora y necesitan algo de paz.

 

Podemos estar como padres muy preparados, tener todas las herramientas y tenacidad para tener éxito en la titánica tarea de apoyar a nuestros pequeños, sin las personas correctas alrededor no sería posible, inclusión es un trabajo de TODOS, no solo tarea de padres y especialistas, también de maestros y sociedad.

 

Podemos cambiar la vida y el futuro de un niño con autismo y su familia siendo sensibles, receptivos y empáticos, si nos subimos al tren de la inclusión con ellos, finalmente todos hacemos el mundo, todos somos una pequeña pieza en el rompecabezas de la humanidad, si una falta el mundo no puede ser mundo.

 

Una GRAN historia no se escribe con solo una tinta, ni con una misma pluma, ni siquiera con la misma mano, las grandes historias se escriben con unidad, con amor, cuando la tinta de todos se junta para formar una luz tan potente que puede iluminar un camino e incluso la tierra entera, todos tenemos la capacidad de encender el corazón y ser luz, iluminar nuestro camino y el de otros o vivir en plena oscuridad.

 

Tere de Cortéz

 

 

 

No comments:

Post a Comment