No me etiquetes
“Las
etiquetas sirven para las mercancías, para las personas existen estímulos”
A
menudo las personas etiquetamos a otras, en el caso del autismo es mucho más
común, empezando por llamar “Autista” o “Aspie” a quienes tienen un diagnóstico
de Autismo, hacer relieve en el diagnóstico es un acto discriminatorio,
recordemos que discriminar es separar o clasificar para diferenciar algo.
Etiquetar
a una persona crea expectativas basadas en estereotipos,
por ejemplo, a menudo se acompaña etiqueta de las ideas preconcebidas que a
menudo son desinformación, por ejemplo, que “viven en su mundo” o que “no les
gusta socializar o aislarse” o “que no hablan” en algunos casos no hablan, en
otros tienen dificultades para hablar, comunicar, socializar e integrarse que
no es lo mismo a que les guste aislarse.
Se
relaciona el autismo con genialidad, con memoria privilegiada, habilidades
matemáticas o artísticas como la pintura y el dibujo y también con aspectos no
tan positivos como agresividad, ausencia de lenguaje, aislamiento, timidez,
dificultades, berrinches, crisis y muchas otras cosas, lejos de ayudar
etiquetar y tener esas ideas equivocadas del autismo es perjudicial en la vida
diaria e incluso el futuro de un niño.
Recuerdo
que estaba buscando primaria para mi pequeño y hablaba de su dx porque no
hablaba mucho y requería ciertos apoyos, en un colegio cuando dije que mi
pequeño tiene TEA me dijeron que no podían recibirlo porque eran un colegio de
alto rendimiento el promedio de sus alumnos era de 8.5 y eran muy inteligentes,
en ese caso que en lugar de tomar el dx de mi hijo como referencia para hacer
adecuaciones razonables para cubrir esas necesidades de pequeños apoyos que él
tenía, se tomó su dx como etiqueta y se asumió que no era inteligente y no
podría tener un buen promedio.
El
Autismo es un espectro, está lleno de colores y tonalidades que se difuminan de
múltiples formas, lo que hace imposible que se pueda generalizar,
cada persona en el espectro autista es (como cualquier persona en el mundo)
única e irrepetible, por lo cual sus habilidades, gustos y cualidades también
lo son.
Etiquetar
a las personas no es correcto, hieren sus sentimientos, las haces sentir mal.
Por ejemplo, recuerdo un día en el que me acompañó mi pequeño lugar a recoger
donativos y un amigo que sabía sobre su dx me pidió permiso de hacer una
pregunta, le dije que podía hacerla con toda confianza, yo pensé que iba a preguntar
algo sobre la fundación a la cual estaba apoyando o si podía pedir un recibo
para deducir impuestos, para mi sorpresa él preguntó si mi hijo se daba cuenta
de que estábamos ahí o si sabía que estaba en este mundo, si se daba cuenta que
él estaba ahí parado y mi pequeño soltó una carcajada y respondió claro que te
veo no eres invisible y si te escucho no estoy sordo.
A
veces cuando ponemos etiquetas creemos que la persona es algo que en realidad
no lo es, creo que esa persona pensó que no se daba cuenta de lo que sucedía a
su alrededor, tal vez porque él no hablaba, pero si me dio cuenta y lo escuchó
y se sintió mal que pensara eso de él y se enfadó mucho, lo abracé y le dije
que la gente a veces es así y no piensan antes de hablar.
El
autismo es parte de la persona, como su color de piel, como la forma de su
cabello o las cosas que le gusta hacer, todo
es parte de una persona y a veces no podemos realizar ciertas cosas y eso no
significa que jamás lo haremos, significa que nos toca esforzarnos un poco más
y por eso no debemos etiquetar,
Lo que
no pueden hacer hoy, mañana con esfuerzo lo podrán lograr, en lugar de etiquetar
deberíamos estimular, animar y decirles a todas
las personas ¡que esforzado eres!, deberíamos de reconocer sus cualidades y sus
esfuerzos porque nadie es perfecto y todos merecemos ser tratados con amor y
con respeto.
Justamente
eso necesitamos, a veces una palabra estimuladora nos cambia todo un “tú puedes”
y a veces necesitamos ser nosotros mismos los que nos demos amor y aliento, por
ejemplo, cuando entreno y mi músculo está agotado para sacar una última
repetición me digo a mí misma que sí puedo y lo logro, hay que creer en
nuestros hijos, una frase que siempre le repito a mi pequeño si no puedes soñar
lo puedes lograr, es un niño muy competitivo siempre lucha por sus sueños y TODOS
tenemos derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad.
Un día
mi pequeño me preguntó ¿Por qué en lugar de decirnos a los niños todo lo que no
podemos hacer, reconocen nuestros esfuerzos, por qué en lugar de regañarnos y
decir te portas mal o decir pórtate bien, pórtate bien, no nos enseñan lo que
es portarse bien, por qué no nos dicen cuando fallamos a todos nos pasa, no es
nada, sigue intentando lo vas a lograr”
Concluyamos
retomando las sabias palabras de un niño con autismo, reconozcamos las
cualidades y esfuerzos de las personas, las etiquetas son para las mercancías,
para las personas existen los estímulos.
Tere de Cortéz

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