Mamá unicornio
“La fuerza de una madre es más grande
que las leyes de la naturaleza”
Cuando
tienes un hijo con diversidad funcional están tus hijos mucho más vulnerables
al bullyng no solamente de niños (que como siempre he dicho es por imitación y
contaminación del mal ejemplo de los adultos a cargo de ellos) también de
adultos.
Las
miradas, los comentarios insensibles y hasta crueles de adultos que nunca he
entendido qué pasa por su cabeza cuando abren la boca para burlarse de un niño
que de por sí son vulnerables por su tamaño, inocencia y edad.
Recuerdo
que a veces mi pequeño tenía crisis en el supermercado, eran las primeras
crisis y estaba aprendiendo a manejarlas, lo que más me impedía ayudar a mi
hijo eran los comentarios hirientes e insensibles, las miradas, las quejas de
la gente, me sentía presionada para callarlo a como diera lugar.
Con
el tiempo aprendí a elegir mis batallas a cerrar mis oídos a las voces de las
personas, a centrar mi atención en él, a mantener la calma porque aprendí que
la calma también se contagia, a controlar mi respiración y mi voz para
transmitirle paz y calma, con el tiempo fuimos aprendiendo los dos a regular
juntos todos sus botones para que regresara la calma.
Aprendí
no solo a calmarlo a él sino a cualquier niño que está en crisis, desarrollé
una voz calmante, al escuchar mi voz muchos salen de la crisis y empiezan a
recuperar la calma poco a poco incluso bebés recién nacidos al escuchar mi voz
su llanto se va difuminando hasta quedarse dormidos, una vez mi querido Emi me
dijo que soy su unicornio, me di a la tarea de leer sobre el tema para entender
sus palabras y encontré algo muy interesante.
Los
unicornios son seres mágicos, apacibles y muy especiales, en la mitología se
habla de sus poderes sanadores, se dice que el cuerno entrelazado en su frente
sana a las personas y su sangre le regresa la vida a las personas que están
muriendo, su carne es muy amarga por lo que los cazadores no los buscaban para
comer sino por los poderes de su cuerno y su sangre, eran muy veloces y era
imposible alcanzarlos, por lo que los cazadores los buscaban cuando llevaban a
sus crías a pastar y cuando empezaban a lanzar flechas ellos jamás abandonaban
a sus crías los defendían con su cuerpo y usaban sus cuernos como espadas,
daban la vida por mantener a salvo a sus crías, eran fuertes y poderosos
imposibles de cazar y su lado más vulnerable era poner en riesgo a sus crías
para obtener de ellos su cuerno y sangre.
Creo
que muchas mamás de pequeños con diversidad funcional (discapacidad) somos
mamás unicornios, somos especiales, Dios nos eligió para proteger seres
sumamente especiales y no hablo en el sentido que su “discapacidad” los haga “especiales”
son realmente especiales por sus virtudes, por su espíritu, su pureza y
resiliencia, así como un trozo de carbón al calor y presión extremos se
cristaliza para convertirse en diamante una mamá que tiene un pequeño con
diversidad funcional es sometida a la presión extrema de las terapias y el calor
extremo de una sociedad injusta que juzga, señala, que es cruel, hiriente y
hasta carente de humanidad en algunos casos se convierte en mamá unicornio,
desarrolla cualidades que ni sabía que era capaz de lograr para ayudar a su
hijo a superar retos, es imparable, es invencible y su lado más vulnerable es
su pequeño y se convierte en fiera para defender sus derechos, para protegerlo
y empoderarlo.
Tere
de Cortéz
No comments:
Post a Comment