Si la vida te da limones …
“Lo que está destinado a nosotros
llegará, aunque pienses que no es así lo hará, aunque no siempre el momento o
la forma en que lo esperas”
El
día que recibí el diagnóstico le pedí a Dios tres cosas, la aceptación del
mismo para comprender que el autismo era parte de mi hijo y es algo que no
puedo cambiar o quitarle, no es una enfermedad, ni una tragedia, que me ayudara
a entender que era parte de él igual que el color de sus ojos, los rizos de su
cabello, el color de su piel, el tono de su voz, su sonrisa y todo lo que hace
que él sea él, la segunda fue poner en mi camino lo necesario para enfrentar su
dx, como trabajo, recursos, especialistas, colegios etc, y la tercera sabiduría
para aprender a ser la mamá que él necesita según sus necesidades porque no
necesitaba lo mismo a los 3 años que ahora a los 15.
Hay
familias que quieren una varita mágica o que piensan que llevarlos una hora a
la semana a terapia hará la diferencia o llevarlos a un colegio y que las
maestras se hagan cargo porque ese es “su trabajo” hay personas que quieren
todo fácil, sin esforzarse ni un poco.
Piden
a Dios un pastel y cuando Él les hace llegar la harina, los huevos, la leche,
mantequilla, azúcar y hasta el molde siguen esperando que llegue el pastel, un
buen terapeuta con máster o especialidad en autismo son los ingredientes del
pastel pero van a necesitar mucho más que esos ingredientes, hace falta cernir
la harina, suavizar la mantequilla, medir los ingredientes, batir y si no
tienes idea pues aprender a hacerlo desde cero y quizá tengas que hornear más
de un pastel, quizá te toque aprender a hacer empanadas o hasta un flan para
poder avanzar.
Nadie
hará por tu hijo lo que tú hagas por él e incluso si lo piensas llevarlo una
hora a la semana a terapia VS llevarlo esa misma hora a terapia + una o dos
horas diarias de reforzamiento terapéutico en casa ¿cuál opción crees que va a
rendir frutos? Obviamente la segunda, es como tejer una bufanda dedicando 5
minutos una vez a la semana VS dedicarle 5 minutos al día la vas a terminar más
rápido, vas a ver avances y eso va a motivarte a seguir tejiendo cada día, en
cambio dedicando 5 minutos a la semana no vas a ver mucho avance, no te va a
motivar y te vas a frustrar porque no le verás fin a la tarea de hacer una
bufanda y eso que la bufanda es solo el primer objetivo, falta aprender a hacer
gorro, guantes, suéter y muchos proyectos más porque el autismo no dura dos
meses o dos años, es algo que formará parte de tu vida.
No
existen fórmulas mágicas para cumplir ningún objetivo en la vida, en este
camino he aprendido a que no será fácil y mucho menos al principio, pero con
los años no solo he aprendido a tejer infinidad de cosas, he aprendido
diferentes técnicas, diferentes estrategias que no solo hacen mis proyectos más
bonitos, también he aprendido a terminarlos en tiempo récord, se aprende con el
tiempo muchas cosas y el camino se hace menos complicado cuando ya has
recorrido muchos caminos en muchas circunstancias, climas y adversidades.
Al
principio cuesta ir subiendo, no solo porque no naciste siendo experta en
escalar, también el clima se complica, hay que caminar bajo el sol, bajo la
lluvia y te resbalas, te mojas, te caes, te deshidratas pero todas esas bases
que estás construyendo te hacen experta en recorrer el camino y sabes que
necesitas tu mochila con el calzado ideal para cada camino, con tu botella de
agua y todo lo necesario para seguir avanzando, poco a poco la experiencia va
rindiendo frutos y cuando miras atrás te das cuenta que a pesar de lo difícil
que fue empezar el camino conforme avanzas para ambos (tú y tu peque) es más
fácil recorrerlo y cada vez son más expertos en ciertas cosas e incluso pueden
ayudar a otras familias que empiezan su recorrido.
No comments:
Post a Comment