Thursday, March 6, 2025

La ranita

 


“La ranita”

“En la dificultad reside la oportunidad”

 

Era una vez una ranita que saltaba alegremente de en el bosque, todos la miraban saltar de un lado a otro, cantando llena de júbilo, llena de energía daba saltos frenéticamente, intensa y juguetona, distraída y desbordada.

Algunos animalitos le gritaban:

-       Ranita, ranita, ten más cuidado, te vas a caer en el gran agujero si no te concentras.

La ranita seguía saltando y cantando con gran entusiasmo, jugueteaba entre las flores, saltaba en los charcos, giraba, daba saltos muy altos y hacía algunas acrobacias.

 

Un conejito le dijo muy molesto:

-       ¡Vaya insensatez! Hay muchas abejas entre las flores alguna podría picarte, ¡Concéntrate!

Pero nuestra pequeña amiga seguía saltando al tiempo que cantaba, olía las flores, contaba las hojas, intentaba alcanzar las ramas de un árbol, jugando entre las flores miró una abeja y la saludó

-       ¡Hola abejita!

Continuó su camino jugando, cantando, saltando, alegre y desbordada como es ella, cuando de repente sin darse cuenta cayó en el gran agujero, resbaló hasta el fondo sin darse cuenta y finalmente al tocar el fondo se dio cuenta de dónde estaba, todos los animalitos se acercaron para mirar de cerca.

-       Oh, oh, creo que me he caído – Dijo la ranita

-       ¿Estás bien? – preguntó una ardillita

-       ¡Te dije que te ibas a caer! Eso pasa por no hacerme caso – replicó el conejo muy molesto.

La ranita se sacudió la tierra y empezó a saltar para salir del gran hoyo con gran energía.

Todos los animalitos le gritaban que ya dejara de saltar, que se rindiera, que no iba a lograr salir de ahí que tenía que resignarse a morir en el gran hoyo por no tener cuidado y concentrarse.

La ranita seguía saltando con fuerza a pesar de que intentaban desanimarla ella no dejaba de intentar salir del gran hoyo.

La abejita a quien había saludado se acercó al oído de la ranita y le dijo: “Vamos, yo sé que Tú puedes”

La ranita dio un gran salto con tanta fuerza que logró salir del gran hoyo, todos los animalitos se acercaron a preguntarle cómo lo había logrado y la ranita sonriendo les respondió: “Disculpen, pero no los escucho, es que soy sorda”

 

Los niños con TDAH y TEA a veces les cuesta concentrarse, a veces algunos tienen demasiada energía, se distraen con facilidad casi con cualquier cosa, sin embargo, cuando tienen la necesidad de hacer algo, o algo atrae lo suficiente su interés son muy enfocados y no se rinden hasta lograr su objetivo.

Igual que en el pequeño cuento, la sociedad tiene muchos prejuicios, tiende a creer que no pueden, que algo “malo” hay en ellos, la gente suele juzgar y señalar a quienes son “diferentes” y en realidad TODOS somos diferentes, solo que las etiquetas y el desconocimiento nos hacen pensar que las personas con TDAH o TEA son todos iguales, con la poca información que poseen y generalmente lo asocian con algo negativo por ejemplo mucha gente piensa que los chicos y chicas con TEA (autismo) no hablan y en algunos casos es verdad que no hablan, pero algunos si se comunican, si hablan y se expresan, otros tienen dificultades para hacerlo y lo mismo aplica a chicos y chicas con TDAH, lo asocian directamente con ser distraído y desorganizado y basándose en esas ideas (generalmente erróneas y desinformadas) creen que no pueden hacer algo o que tienen derecho a usar su dx para señalar que están cometiendo errores o asumiendo que no pueden.

Ningún niño con o sin DX debería escuchar sobre sus errores, si los seres humanos tuviéramos consciencia del impacto que nuestras palabras pueden tener en los demás seríamos mucho más cuidadosos al expresarnos.

Mi consejo a toda familia que recibe un DX de su peque siempre es y será: No escuchen las cosas negativas, crean en sus hijos, en que pueden lograr lo que se propongan, que la constancia y la disciplina pueden dar grandes resultados.

Hay que ser como la ranita, sordos a las palabras de otros y ser uno mismo, confiar en nuestra capacidad y jamás rendirnos.

 

 

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