Thursday, November 28, 2024

Crisis

 

 


Crisis

“El autismo es una prueba que no precisa de una sola palabra”

Imagina que te sientas a leer un libro, de repente pasa una ambulancia y suena fuerte la sirena, unos niños gritan, el vecino está clavando un cuadro, otro vecino pone música muy alta mientras canta a todo pulmón, en la cocina dejaste en la estufa calentando la sopa y comienza a hervir y la tapa empieza a moverse y se escucha el sonido de metales chocando ¿te podrías concentrar leyendo?, ¿cómo te sentirías?

A menudo se juzga a los peques con autismo de malcriados o berrinchudos y creo que informar a la sociedad es el primer paso para sensibilizar, empezaré explicando qué es un berrinche y qué es una crisis.

El berrinche es un estado de frustración, enojo y angustia por no obtener lo que se desea, todos cuando somos niños explotamos en gritos, llanto o golpes cuando estamos frustrados y enojados porque no nos compraron una paleta o angustiados porque se nos rompió un juguete, esto sucede en edades tempranas cuando el cerebro se sigue formando, no es que un niño pequeño no tenga la capacidad de gestionar sus emociones porque es torpe, es que carece de una parte del cerebro que se llama corteza prefrontal aún se sigue formando, decir que un niño es manipulador o tiene la malicia de hacerlo por hacernos pagar un mal rato es tan absurdo como decir que una persona ciega es grosera porque pasé cerca de ella y no me saludó, o sea no ve, la única forma de saber que yo estaba ahí era hablando o saludando yo, de igual manera un niño pequeño no puede controlar sus impulsos o gestionar sus emociones porque no tiene corteza prefrontal los peques con TEA también hacen berrinches y necesitan límites, necesitan guía y acompañamiento para aprender a controlar sus impulsos y manejas sus emociones.

Las crisis de un peque con autismo son una reacción a una sobrecarga sensorial, algunos pequeños tienen una sensibilidad mucho mayor a los estímulos del entorno, en algunos casos son controlables ciertos estímulos sensoriales como el ruido que puedes bajar el volumen, pero no siempre por ejemplo en un lugar público y no siempre tienes conocimiento de que habrá un evento por ejemplo en el supermercado o un centro comercial, no siempre puedes controlar las personas que asisten a un lugar, el tráfico, cosas que están fuera de tus manos como el clima, muchos de ellos sienten el calor o el frío mucho más intenso por citar algunos ejemplos.

Las crisis de un niño con autismo tienen síntomas físicos como dolor, inflamación en la cabeza e incluso sensación de que su cabecita es como un globo a punto de explotar, taquicardia, presión en el pecho, dificultad para respirar e incluso sensación de ahogo o asfixia, mareos, aturdimiento, vista borrosa, dolor estomacal, náuseas, entumecimiento de las extremidades, frío extremo, inflamación del cuerpo sentir que va a estallar.

Saber esto tanto a padres como maestros y sociedad en general nos ayuda a comprender que el niño con TEA que está reaccionando con gritos, llanto e incluso golpearse a sí mismo con las manos o contra la pared o el piso va tomando un poco de sentido, si ya tengo conocimiento que a veces puede estar sintiendo que su cabeza es un globo que se infla y está a punto de explotar seguramente en su intento desesperado y con angustia que eso se detenga se golpea a sí mismo igual que cuando un adulto golpea al control contra un mueble porque no funciona o golpea la impresora para que empiece a funcionar porque tiene prisa.

Entender lo que está viviendo un niño de dos o tres años con autismo cuando llora sin parar y grita puede ayudarme a entender que no está haciéndome pasar un mal rato, él está sufriendo y pasando un muy mal rato.

¿Cómo ayudarle?

·         Mantener la calma, también se contagia la seguridad y la paz.

·         Llévalo a un espacio seguro, apartado donde puedan estar solos los dos, pide ayuda a los demás para que se hagan a un lado y no vayan a intimidar al peque.

·         Pídele que respire contigo, lento y profundo, esto ayuda a distraer y sacar del estado en que se encuentra e ir recuperando la calma.

·         Habla con voz serena, tranquila y hazle saber que estás ahí para ayudar que puede confiar en ti.

·         Una vez que regrese la calma, pídele que te cuente lo que le sucedió para ayudarlo, escucha sin interrumpir ni juzgar, recuerda que bajo su perspectiva sucedieron las cosas y que tú no percibes igual.

·         Ayúdale a encontrar alternativas cuando vuelva a sucederle algo igual o similar eso le ayudará a controlar y prevenir futuras crisis.

·         Hazle saber que siempre puede contar contigo.

La diferencia entre un berrinche y una crisis en un peque con autismo es que los berrinches lo mantienen consciente, es capaz de detenerse, una crisis no, en una crisis está desconectado y descontrolado, no es capaz de detenerse solo, en ambos casos necesitan atención y apoyo y como en todo tiene principio y fin, con amor y paciencia se pueden superar estas etapas.

A veces basta una mirada para darles la seguridad que necesitan para enfrentar poco a poco los sobre estímulos del entorno.

 

Tere de Cortéz

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