¿Cambiar al niño para el mundo o Cambiar el mundo para el
niño?
“Es
difícil encontrar el equilibrio entre aceptar, conformase o resignarse”
Cuando
tienes un niño con autismo una de las cosas más difíciles de lograr es
encontrar el equilibrio, hay una línea extremadamente delgada que divide muchos
aspectos en donde debemos hallar el punto exacto por el cual empezar a recorrer
este camino que es complejo, se requiere tenacidad y astucia.
Aceptar
es tomar algo y hacerlo parte de ti sin oposición, sin poner condiciones,
aceptar es tomar aquellas cosas que no podemos cambiar y un diagnóstico de
autismo es algo que debemos aceptar, es parte del proceso y más adelante
ahondaremos en ello, por otro lado, conformarse con algo es hacer ajustes,
modificarlo para que sea parte de algo y finalmente resignarse es renunciar,
ceder el poder a algo o a alguien, necesitaba explicar un poco estos conceptos
para que se entendiera mejor lo que sigue.
Siempre
hablamos de inclusión; pero, ¿qué es la inclusión? Viene de la palabra incluir
y esto significa que es parte de un todo, o sea que inclusión es hacer parte
del peque en el entorno ya sea la comunidad de vecinos, el colegio, la familia,
amigos, etc. Pero cuando compras un tapete nuevo para la sala debe existir
cierta armonía para que el tapete pueda formar parte de la sala de lo contrario
parecerá incrustado o puesto ahí por la fuerza, lo mismo sucede cuando
intentamos hacer parte de un outfit un sombrero, unos zapatos o accesorios
deben estar en la misma gama de colores para que exista armonía y no resalte de
forma negativa por romper la armonía.
Adecuaciones
o adaptaciones es una palabra que escuchamos todo el tiempo, queremos que
exista todo lo que sea incluyente o ambientes amigables, que le hagan
adaptaciones en la escuela para que le sea más fácil integrarse, que entiendan
su condición, que la maestra sombra, que 80 tipos de apoyos.
Habrá
casos en los que sea muy necesario recurrir a ciertos apoyos, pero no debemos
abusar de ellos, por ejemplo: no le darías una silla de ruedas a un niño que
puede caminar con un bastón, sucede igual con el uso de pictogramas por
ejemplo puede ayudar al niño y el abuso de los mismos puede perjudicarle de la
misma forma que ponerle una silla de ruedas a un niño que puede caminar con
muletas o bastón.
Lo
mismo sucede con las maestras de apoyo, hay casos en los que son necesarias,
hay casos en los que no y ahí habría que evaluar con un especialista y
también cuidar que la maestra sea realmente un apoyo y no un obstáculo, es
decir que sea algo pasajero que prepare al niño para que en un tiempo pueda
solo y no que le genere dependencia y no lo pueda soltar, recordemos que son
APOYOS lo cual significa que son TEMPORALES, su función es justamente apoyar a
la persona hasta que pueda hacerlo por sí misma.
Encontrar
el equilibrio en brindarle los apoyos que realmente necesita y exigirle hasta
donde sea posible exigirle, no vamos a exigirle a un
niño en silla de ruedas que logre saltar, por ejemplo, pero sí que pueda
desplazarse de forma autónoma, que aprenda a ir solo al baño o actividades que
puede lograr dentro de sus límites e ir elevando el nivel de exigencia a medida
de sus posibilidades.
En el
colegio al principio necesitará el niño varios apoyos, que se le proporcionarán
con la visión de que los deje en un tiempo, hay que ser incluyente y
comprensivo, pero al mismo tiempo exigentes y firmes con el niño y se puede ser
ambas cosas a la vez y el secreto es justamente equilibrio.
Hay
que aceptar que el niño tiene ciertas limitaciones para brindarle los apoyos
que necesita, también debemos tener en cuenta que necesita cierto nivel de
exigencia para que siga avanzando no quedarnos en la idea de tiene limitaciones
y que no puede sino tiene ciertos retos que debemos superar poco a poco,
recordemos siempre que aceptar es hacer nuestro algo que no podemos cambiar,
aceptar el diagnóstico de tu hijo significa que no puedes cambiar su autismo,
que no puedes cambiar que perdió la vista o una pierna, que no puede escuchar o
hablar, pero también hay que recordar que conformar es ajustar o sea que no porque
un hijo nació sin vista no puede ver, quizá necesita cirugías, quizá tenga que
aprender a “ver” a través de sus manos y agudizando sus demás sentidos, que un
pequeño con autismo puede ser no verbal, pero que con terapias puede llegar a
hablar o que si es sordo pueda escuchar con un implante coclear, la aceptación
del diagnóstico nos abre posibilidades que ya dependerán de cada caso y las
recomendaciones de los expertos y no rendirnos porque mientras hay vida hay
esperanza y todo esfuerzo es recompensado con resultados.
Inclusión
es que el niño forme parte de su entorno, nos cuesta un poco entender que para
lograrlo debemos pensar que igual que la sala cada accesorio tiene que
armonizar con el resto y para que el niño pueda ser parte de su entorno hay que
hacer dos cosas, hacer adecuaciones y ajustes en el niño y hacer adecuaciones y
ajustes en el mundo para que puedan convivir en armonía.
Debemos
cambiar un poco al niño para que encaje en el mundo y debemos cambiar un poco
al mundo para que sea amigable con el niño, eso
es equilibrio y equidad educar y preparar al niño para enfrentarse al mundo y
al mismo tiempo preparar al mundo para darle la bienvenida al niño.
Eso es
inclusión y justicia, encontrar un equilibrio entre exigencias y apoyos para
cualquier niño con necesidades especiales hay que estar seguros de qué apoyos
son buenos para el niño y en donde me estoy excediendo o me falta exigirle para
ayudarle a crecer.
Tere
de Cortéz

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