La montaña de la prosperidad
“La prosperidad depende de la
perspectiva de cada persona, cada uno tenemos una montaña de la prosperidad,
algunos la llaman éxito profesional otros le llaman riqueza y otros más le
llaman felicidad, paz, armonía, todo eso se encuentra en la cima de cada
montaña”
Toda
historia tiene un principio, esta historia inicia con una pequeña oruga mirando
la cima de una montaña al atardecer, admirando los naranjas, rojos y amarillos mezclándose
con tonos morados, azules y violetas en el cielo, enmarcando una montaña, sus
enormes ojos se llenaron de júbilo, su mayor anhelo era llegar a la cima de esa
montaña y mirar desde ahí el atardecer y los colores del sol difuminándose con
los colores del cielo mirando cómo cambia el día por la noche, entusiasmada
nuestra pequeña amiga emprendió el viaje hacia la montaña.
En
el camino se encontró a su amigo el escarabajo quien la saludó con alegría:
- ¡Hola
oruga!
- ¡Hola
escarabajo! – le respondió
-
¿A dónde vas con tanta prisa? – preguntó el escarabajo
-
A la cima de esa montaña – le dijo mientras la señalaba con su mano
-
¿Acaso te volviste loca? Jamás podrás llegar hasta allá arriba – le contestó
molesto el escarabajo.
Ella
sonrió y siguió su camino sin tomar en cuenta las palabras de su amigo, ella no
perdía su enfoque, seguía firme en su objetivo paso a paso.
Un
poco más adelante se encontró al saltamontes
- Hola Oruga, ¿a dónde vas tan presurosa?
- Hola saltamontes, voy a la cima de la montaña a ver de
cerca el atardecer
- Vaya que eres insensata, eso es imposible de lograr, eres
tan solo una oruga si acaso llegarás a subir a una piedra que para nosotros los
insectos son como montañas y los pequeños charcos como el océano.}
La
oruga de nuevo hizo oídos sordos a las palabras del saltamontes y continuó su
aventura hacia la cima de la montaña, con la mirada fija en su objetivo, con
ilusión y entusiasmo siguió moviendo sus pequeñas patitas.
En
el camino algunos de los insectos se contagiaron de su entusiasmo y la
siguieron, otros se llenaron de ira, envidia y le arrojaban hojas, tierra y
piedritas durante su camino.
Una
hormiga la alcanzó y le dijo si no te rindes ahora tu insensatez y arrogancia
te harán morir en el intento.
No
me voy a rendir, se repetía la oruga, voy a dar todo de mí y si he de morir en
mi intento que así sea, daré hasta la última gota de mi ser en lograrlo.
En
el largo camino la oruga empezó a sentir dolor en sus piecitos, le faltaba el
aire y el cansancio empezó a apoderarse de ella, con la poca fuerza que le
quedaba empezó a construir una crisálida en la que se encerró, muchos de los
insectos murmuraban que había muerto.
Algunos
de ellos aplaudían sus actos como algo heroico, dar todo por un sueño, otros
criticaban su insensatez y arrogancia, eso le pasa por sentirse invencible
decían algunos de ellos.
La
hormiga realizó en una hoja un letrero que decía: “Monumento a la insensatez”
proclamó ese día y lugar como recordatorio de ser insensato de ser arrogante y
creer que puedes ser más de lo que ya eres.
El
escarabajo agregó que todos deberían detenerse a meditar sobre sentirse
invencibles o superiores a los demás a soñar demasiado, a ser necios e ignorar
a sus amigos y sus consejos.
El
sol en el horizonte empezaba a anunciar un nuevo día, era un día radiante las
flores estaban sonrientes y la crisálida de la oruga empezó a agrietarse, entre
las grietas unas pequeñas antenas empezaban a asomarse, todos asombrados se
acercaron a mirar, para su sorpresa unas hermosas alas se asomaron dando vida a
una hermosa mariposa quien agitó sus alitas para emprender el vuelo hacia la
cima de la montaña, a acariciar el cielo y esperar el atardecer
Los
pequeños insectos cambiaron el letrero por uno que decía: “Monumento a la
prosperidad, solo si estás dispuesto a dar todo por alcanzar tus sueños puedes
avanzar”
Desde
ese día los insectos cambiaron de idea y pensaron que todos los sueños pueden
ser posible si no renuncias a ellos.
Todos
tenemos diferente objetivo, para todos, la palabra: prosperidad, tiene un
significado distinto, sea cual sea, no rendirse, aunque te digan lo contrario
es el secreto para lograrlo.
Tere
Hernández
No comments:
Post a Comment